Al choque de los “toros” sobrevino la explosión. El humo y las llamas envolvieron a Hugo, Aarón y Leo, que estaban dentro del astado del barrio La Piedad. Los jóvenes salieron humeantes, con la ropa pegada al cuerpo y un intenso olor a cabello quemado.
Una ambulancia los trasladó al hospital Vicente Villada, en Cuautitlán-México, donde fueron estabilizados; los canalizaron a la Unidad de Quemados del Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango.
Los jóvenes tenían quemaduras en una cuarta parte de sus cuerpos. La atención recibida evitará que tengan secuelas graves e incluso en el rostro no quedarán cicatrices del fuego.
“Les quitaron carne muerta con un aparato. Antes lo hacían con bisturí y se llevaban carne viva”, relató Nayeli Cortés, prima de Hugo y Aarón.
Los jóvenes pagaron 26 mil, 27 mil y 43 mil pesos, respectivamente, por la atención médica, y eso que los tres fueron ubicados en el nivel uno de nueve, es decir el más bajo, con costo de 661 pesos diarios.
Pirotécnicos afirman que el servicio es excelente, pero las tarifas muy por encima de la capacidad de pago de la mayoría de artesanos de Tultepec.
FUENTE: EL UNIVERSAL