México informó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que, al momento de su desaparición, el vehículo transportaba «una peligrosa fuente radiactiva» utilizada para el tratamiento contra el cáncer.
El material en cuestión es cobalto-60 y se encontraba dentro de una máquina de radioterapia en desuso, que viajaba desde Tijuana hacia las inmediaciones de Ciudad de México, con destino a un depósito de desechos peligrosos.
Al conocerse el hurto, las autoridades federales y estatales iniciaron una campaña de búsqueda del vehículo desaparecido y su carga, al tiempo que lanzaron un comunicado de alerta al público sobre los potenciales peligros del material radiactivo
A depósito
Según reportaron medios locales, el camión Volkswagen Worker de 2,5 toneladas fue robado en una gasolinera de Tepojaco, Tizayuca en el estado de Hidalgo.
En él se trasladaba equipamiento médico de radioterapia en desuso, que se había retirado de un hospital y debía llegar a un depósito de residuos radiactivos.
El conductor del vehículo aseguró que en plena noche fue amenazado por dos sujetos armados, que lo hicieron descender del camión y lo dejaron maniatado en un lote baldío.
Su acompañante, en tanto, pidió auxilio a la policía desde la estación de gasolina donde ocurrió el atraco.
La Comisión de Seguridad Nuclear mexicana informó a la OIEA del incidente, tal como indican los protocolos internacionales, y señaló que al momento del robo el cobalto-60 estaba «adecuadamente blindado» y no representa riesgo en tanto no se fracture o altere el cabezal del equipo que lo contiene.
Pero el organismo especializado, que depende de la Secretaría de Energía, advirtió que podría ser «extremadamente peligroso» para una persona remover los sellos de seguridad o manipular el material, así como dañar la maquinaria médica.
«Se exhorta a quienes tengan en su poder o encuentren el equipo a no abrirlo ni dañarlo, dado que, en dichos casos, se pueden producir severas afectaciones a la salud», insistió la Secretaría de Energía en un comunicado publicado en su página de internet.
La OIEA, en tanto, ofreció ayuda a México, en su rol de organismo internacional dedicado a la cooperación en temas nucleares que debe asistir a sus estados miembro. Según un comunicado recibido por BBC Mundo, sus expertos «están en contacto con la Comisión de Seguridad Nuclear» mexicana mientras se investiga el destino del cargamento.
Las personas que tengan alguna información al respecto, deberán notificarlo de inmediato a las autoridades más cercanas o a los teléfonos 01-800-00-413-00, 044-55-9199-5776 y 044-55-5415-2918.
¿Qué es cobalto?
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el cobalto-60, cuyo símbolo es 60Co, es un metal que se caracteriza por emitir energía en forma de rayos tipo gamma.
Se obtiene a partir del cobalto en su estado natural, mediante una técnica de exposición a un flujo de neutrones, como la que ocurre dentro de reactores nucleares o centrales nucleoeléctricas.
Su radiación por cada gramo es unas 30 veces más poderosa que una cantidad equivalente de plutonio 289.
Como sustancia, resulta peligrosa al contacto con la piel y su ingesta puede provocar enfermedades graves, como cáncer. Aunque una porción del tóxico se elimina en pocas horas, el resto que queda en el organismo se almacena en los tejidos y es absorbido sobre todo por el hígado, los riñones y los huesos.
Algunos casos conocidos de intoxicación, según reportes de la OIEA, se han dado en Turquía en 1998, cuando diez personas fueron tratadas por el síndrome de radiación aguda después entra en contacto con chatarra con cobalto-60, o en China, cuando tres integrantes de una familia murieron al ser expuestos a radiación al recoger un objeto que tenía cobalto-60.
Pero la sustancia tiene usos múltiples, que van desde su aplicación en sistemas de radioterapia hasta la esterilización de equipamiento médico o alimentos.
En el caso de México, el material radiactivo robado ha sido considerado «de baja intensidad», según informó la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) nacional.
Asimismo, analistas señalan que la carga de cobalto-60 que contiene el equipo médico no sería apta para fabricar un arma nuclear convencional, aunque sí podría llegar a usarse en la fabricación de las llamadas «bombas sucias».