Para hombres y mujeres es difícil asimilar la noticia de un embarazo inesperado, pero la aceptan con el paso del tiempo. Posteriormente, en ciertas ocasiones se presentan repercusiones en el ámbito académico, alteraciones con el estado de salud y preocupación económica.
Mónica es una mujer embarazada de tez morena y cabello largo con 21 años de edad, que estudia actualmente estudia en la Universidad Bancaria de México en la carrera de Relaciones Internacionales, un ejemplo de que querer es poder, a pesar de lo complicado que ha sido su embarazo sigue asistiendo a sus clases hasta sus últimos exámenes del parcial, donde ella cumple su estancia antes de aliviarse, contando con el apoyo de su pareja y familia.
“Mi embarazo no fue planeado, yo traigo mi dispositivo, siempre me había cuidado, hasta que un día no reglé, fui a revisarme y pues ya estaba embarazada, pregunté por qué y me dijeron que mi dispositivo quedó mal puesto, ya me enteré cuando ya tenía dos meses de embarazo”, estas fueron las palabras de la joven Monica.
Zuleima Garduño, por su parte, es una mujer de tez clara con cabello corto y delgada, con 3 hijos durante el transcurso de su carrera en periodismo y ciencias de la comunicación, estudiante de la UBAM, ha sido un ejemplo a seguir por la motivación de querer superarse día con día, sin importar lo difícil que llegue a ser ese proceso de la maternidad, con una carrera sin concluir y otra por culminar, teniendo el apoyo de su pareja y su familia.
“Yo me casé bien y todo, o sea no me casé embarazada, me casé porque realmente era lo que quería en ese momento, entonces después me di cuenta de que no me quería casar, porque todavía no era tiempo, pero posteriormente me metí a la universidad, como yo pagaba la escuela tenía unos recursos muy bajos, no me iba muy bien, ya tenía en ese entonces a 2 de mis hijos, por lo que tuve que terminar dejando esa carrera en octavo, casi noveno cuatrimestre”, cuenta Zuleima
Ariana Valenzuela Trejo, estudiante de la Universidad, con 20 años de edad, una joven con las mismas ganas de superarse y con la motivación de una hija de 4 añitos para poder brindarle un mejor futuro.
“Digamos que una consecuencia de embarazarme a los 16 años es que perdí la confianza que me brindaban mis papás, con el paso del tiempo todo eso quedó atrás y así es como ahora cuento con el apoyo de mis padres y el de mi pareja, pero él, está presente solo económicamente, pero como tal no suele convivir con hija. Mis padres me siguen brindando el apoyo con mis estudios y así también, busco la manera de tener un ingreso extra”, aclaró Ariana
Debido a las normas de la institución Bancaria de Mexico, existen ciertos lineamientos que pueden gozar las alumnas antes y después del parto, , haciendo referencia a un debido descanso, es importante que al regresar a clases deban cumplir con los trabajos solicitados por parte de los docentes, ya sea en modalidad en línea o presencial.
“El segundo parcial me lo iban a evaluar así como sigo trabajando, en plataforma, normal subiendo mis actividades y ya la calificación que sacara en el primer parcial, me la iban a poner en el segundo”, menciona Mónica.
Algunas jóvenes estudiantes comentan que han llegado a tener problemas hasta con sus padres por la situación de estar en el proceso de un embarazo antes de culminar sus estudios, o tener algún trabajo estable, e incluso por no tener una buena relación o el apoyo de su pareja. Es importante para ellas saber que pueden contar con alguien, ya que se sienten protegidas y acompañadas en este proceso de la maternidad.
“Como yo había cuidado de mis hermanos por tantos años, por una parte mi mamá, me quiso recompensar ese tiempo, entonces ella ahora cuida a mis hijos. Entonces hablé con mi familia y les dije que yo quería regresar a estudiar y ellos siempre me apoyaron, o sea aunque eran pequeños mis hijos siempre fueron muy muy buenos al entender que yo tenía que salir y que tenía que trabajar para poder pagar esta carrera, porque además trabajo” cuenta Zuleima.
Kenya Scarlett Martinez Vázquez, Licenciada en Pedagogía, con 22 años de edad, fue mamá primeriza a los 18 años, actualmente sigue su proceso como estudiante dentro de la UBAM nos menciona
“Lo más difícil que considero que pase fue el aspecto de mi salud, porque me descuidaba mucho por querer estar tanto tiempo en la escuela. Entre semana trabajo de las 8:00 am a las 5:00 p.m., mi hijo de 9:00 am a 11:00 am, los viernes ya sea que se quede con su papá o con mi mamá, nos vamos rolando y de ahí los días sábados estoy con él”.
Por otra parte, nos menciona Ariana “La verdad me he sentido muy satisfecha y muy feliz conmigo misma, porque al inicio de mi embarazo creía que no iba a poder con mis responsabilidades y las de mi hija, pero con el paso del tiempo he aprendido a llevarlas a cabo. Algo complicado es asumir una responsabilidad de la cual no estás preparada, yo me embaracé a los 16 años y la verdad es que no estaba lo suficientemente madura para poder dar una vida más, al igual que alguna otra mujer de mi edad estaría pasando por lo mismo porque no es la edad correcta de tener un hijo, con el paso del tiempo me fui adaptando y asumiendo esa responsabilidad”.
Para estas jóvenes es importante contar con el apoyo de su familia, tanto de sus padres como de su pareja e incluso hijos, ahí es cuando ven su carrera de otra manera, una motivación para seguir adelante y lograr tener una Licenciatura o Ingeniería.
“Vivo con mi esposo, porque nos casamos por el civil y al inicio de mi embarazo el me motivaba a venir aquí a la escuela”, comenta: Mónica.
“En alguna ocasión mi esposo me dijo “si tienes un sueño tienes que perseguirlo y trabajar por el”, ha sido una pieza importante, le sigo que él también tiene que recibir el título conmigo porque me ayuda bastante, me impulsa a seguir adelante.” Estas son las palabras de Zuleima.
“Un consejo que les puedo dar a los padres estudiantes es echarle ganas, suena muy común y repetitivo, porque al final de cuentas están estudiando y trabajando para darle un buen futuro a sus hijos y tener una vida mejor, puede ser difícil pero que no se detengan” agrega Kenya.
“Algo que me pasó fue que disminuí mi rendimiento físico, no dormía mucho, todo el tiempo estaba muy agotada, hasta ahorita creo que ya me acostumbre, porque aún no consigo bien el sueño, si no que nada más estoy como dormitando, todo esto por tener una personita que debes estará a cargo”, fueron las palabras de Ariana.
De acuerdo con la UNESCO, las medidas relativas al derecho a la educación y al embarazo, protectoras o restrictivas, suelen estar contenidas en políticas y planes, más que en disposiciones legislativas claras. Sin embargo, los marcos legales que prohíben explícitamente la discriminación basada en el embarazo en el entorno educativo y/o protegen el derecho a la educación de las niñas embarazadas o con hijos, proporcionan una protección fuerte y sólida de los derechos de las niñas y las mujeres, incluido su derecho a la educación. Esto sienta las bases para la adopción de medidas más precisas que garanticen la salud y el bienestar de las adolescentes.
Israel Cortes Reyes, coordinador escolar, encargado de varios campos en la institución como: brigadista, encargado de logística entre otros ámbitos. Licenciado, de tez morena, cabello canoso, delgado, portando siempre un chaleco auxiliar, comenta que:
“Se les tiene que respetar el acceso a la educación, bueno yo por ejemplo ahorita que me encuentro dándoles clase a las alumnas de periodismo 101, en efecto sí hay una compañerita que tiene la situación del embarazo y yo como docente le pido la entrega de los trabajos, pero si llega tarde no le pongo retardo y sí hay alguna falta por situación médica, por lo de su bebé, pues evidentemente también se le justifica”
Por otra parte, Sandra Salgado, encargada de enfermería, joven recién egresada, de tez blanca con estatura promedio y cabello largo, menciona ciertos criterios importantes sobre el proceso de la maternidad dentro y fuera de la institución, así también cuidados y recomendaciones por parte de ella hacia las alumnas y compañeros de clase, como también docentes.
“La verdad hay jóvenes que son muy buenos padres, lamentablemente no todos son así, deben de ser conscientes desde un inicio de todo lo que conlleva un embarazo, tanto emocional, físico, y económico, no es un simple embarazo sino una vida a la cual guiar .”, Comenta la enfermera Sandra.
Cabe mencionar que ciertas actividades en horarios escolares, no quitan la capacidad de concentración; durante las horas de clase de las estudiantes, el cansancio se manifiesta tras algunas horas de estar sentadas y no tener una posición cómoda, ya que cuando hay ciertos meses del embarazo lo más recomendable es estar en reposo, porque usualmente hay más movimientos por parte del bebé y más molestias por parte de la madre.
“Ya tengo ocho meses y medio, se supone que a los ocho meses yo dejaba de venir a la escuela, para tener la cuarentena antes y después, pero después salieron con que no, que yo tenía que terminar exámenes y después de eso me daban mi incapacidad, entonces sí es muy pesada esa parte.” Señala Mónica.
“Venia a la escuela y me sentía muy cansada, hay días en los que me duele mucho la espalda o incluso en las noches no puedo dormir porque se mueve y siento que la aplasto, tengo que dormir sentada con dos almohadas en la espalda, como ya está más grande me aplasta los órganos o los pulmones y no puedo respirar bien”, nos comenta Mónica.
“Considero que una dificultad es la falta de tiempo para verla y poder estar con mi hija al cien, luego tengo muchos proyectos o actividades de la escuela que no me permiten convivir el tiempo necesario con ella, a pesar de eso, ella solita busca el momento para jugar y trato de darle esos espacios lo más posible, la verdad es que sí duele el sacrificar esos tiempos valiosos, pero no hay de otra más que hacer que valgan la pena, también algo que considero muy importante, es estar bien conmigo misma para poder estar bien con mi hija y que ella se sienta bien, hacerle sentir que yo, su madre, soy su lugar seguro”, nos comparte Ariana
Cada estudiante tiene diferentes objetivos y metas pero todas, concuerdan en ser las mejores madres, gracias a que sus hijos las motivan a seguir con los estudios; a su familia, pareja e incluso amigos que las han apoyado en este proceso de conseguir el título profesional.
A pesar de las trabas a las que se han afrentado, las malas rachas por situaciones personales que pueden surgir sin ser esperadas, la falta de tiempo e incluso organización, entre otras situaciones, tienen claro el objetivo, lo que quieren para ellas y su familia, siguen con la motivación de seguir adelante y ser cada día mejor, teniendo su motivación.
“Yo quiero que se sientan orgullosos de mí, ese es mi principal motivo, que el día que me gradúe y primero Dios que sea muy pronto, que vean que su mamá también lo hizo, para mi eso es muy importante y el primer más que en mi familia voy a ser la primera mujer graduada, entonces yo con esto le quiero demostrar a mi hija principalmente, que ella tiene que ser una mujer fuerte y que tiene que salir adelante por sus propios méritos”, menciona Zuleima.
“Uno de los momentos más bonito que he vívido durante este proceso es ver a mi hija sana, verla feliz, verla sonreír, cantar, bailar, poder ver cómo tiene la seguridad en ella misma, compartir cada momento con ella que hace que sea muy especial. También parte de todo este proceso, algo que me ha servido mucho es ahorrar dinero, porque mi hija se me ha llegado a enfermar y gracias a eso, no ando presionada o mortificándome por esa situación tratando de administrar todo obviamente, he vendido dulces, postres así garrías cositas , de igual forma, mi mamá vende zapatos, entonces eso nos ayuda muchísimo para cualquier emergencia”, nos comparte Ariana.
“Mi esposo me decía que fuera a la escuela porque pues al final del día este era para que los dos tuviéramos un mejor futuro y brindarle un mejor futuro a nuestro bebé. De hecho mis padres me apoyan mucho y mi papá el que me está pagando la escuela, entonces si es así como de que tengo que echarle ganas”, menciona Mónica.
“Para mí lo más difícil de todo este proceso fue el cómo educar a mi hijo y más si eres un adolescente que apenas puede con sus propias emociones y cómo sobrellevarlo, también así el cargar con la responsabilidad de una persona pequeña, hay veces que como jóvenes criticamos mucho, pero cuando ya nos encontramos en el lugar de la otra persona, todo cambia”, cuenta Kenya.
“Sé que cada una de nosotras ha tenido una historia y experiencia diferente, pero lo importante siempre es mantener una sonrisa en uno misma y nuestros hijos y así tratar de hacerlos feliz, a pesar de las tormentas y preocupaciones nunca hemos dejado de lado a nuestros hijos y seguimos adelante como debe de ser, manteniéndolos felices y alejados de los problemas personales”,nos comparte Ariana.
“Yo siempre he dicho que, si tú tienes un sueño por cumplir debes hacer lo posible por lograrlo e impulsar a tus hijos a qué ellos cumplan los suyos, porque suele pasar que cuando te conviertes en mamá, crees que tu vida solo es tu familia, pero algo importante es que no debes olvidarte de ti mismo. Porque si tú estás bien vas a poder estar bien con los que te rodean. Principalmente que trasciendas en sus vidas a través de cosas buenas, yo siempre he tenido el pensamiento de que, el éxito se alcanza a través de la constancia, qué tal vez puede haber una persona que sea muy inteligente pero si es flojo, nunca va a avanzar”, culmina Zuleima Garduño.