Sin importar arriesgar su vida, un menor de 9 años de edad, luego de que su casa comenzó a arder en llamas, tras el estallido del calentador de agua, sofocó el incendio para salvar la vida de su hermano mayor de 11 años que se encuentra postrado en una silla de ruedas.
El menor resultó con quemaduras de tercer y cuarto grado en rostro y gran parte del cuerpo, luego de apagar el incendio ya que peligraba la vida de su hermano mayor, que padece retraso psicomotor y se desplaza en silla de ruedas, por lo que tuvo que ser trasladado de emergencia al Hospital de trauma y ortopedia Magdalena de las Salinas.
El día viernes 22 de julio, le realizaron la primera cirugía, fue retiro de piel dañada, aunque faltan las cirugías de restructuración, su padre Gaudencio Hernández aseguró que le serán practicadas tres o cuatro cirugías más.
Los hechos se registraron la tarde del 20 de julio, cuando dos mujeres residentes de la calle Gorriones, en el fraccionamiento Zumpango, escucharon un fuerte tronido al salir de sus casas vieron que de la vivienda de los menores salía humo y olía a gas.
Graciela García, una de las vecinas, comenzó a gritar pidiendo ayuda, ya que había estallado el boiler y dentro de la casa se encontraban los hermanos Juan Pablo e Isaac Gaudencio, de 9 y 11 años de edad respectivamente, en espera de su padre, que luego de separase de su esposa se encarga de sus dos hijos.
Por seguridad de los menores la casa se encontraba cerrada, cada que su padre de oficio taxista tenía que salir, por lo que desesperada Graciela se arrastró para pasar pecho a tierra por debajo de las rejas de la vivienda y puedo entrar.
“Yo quería sacar primero al más chiquito Juan Pablo que se agarraba el pelo y decía se me cae el pelo, ya estaba quemado, pero no quería señalaba a su hermano en su silla de ruedas y me pidió que lo sacara a él primero”, dijo con lágrimas en los ojos Graciela.
La mujer relató que de inmediato tomó al pequeño de 11 años y lo sacó de la casa con ayuda de los vecinos, posteriormente sacaron a Juan Pablo y lo depositaron en el suelo, él tenía quemaduras en su rostro y cuerpo, por lo que de inmediato fue cubierto con una sábana.
El padre de los menores, Gaudencio Hernández, quien es divorciado se encontraba trabajando de taxista, cuando fue avisado del suceso.
En solidaridad con la familia, los vecinos del lugar realizaron una kermes y botearon para recaudar fondos, ya que la recuperación de Juan Pablo será larga. Mencionaron que Isaac, gracias a la heroica acción de su hermano, salió ileso y ahora está bajo el cuidado de una de sus tías.
En tanto, Gaudencio, padre de ambos niños, manifestó que trabaja sólo por ratos para estar junto a sus hijos a quienes ayuda en las tareas, ambos cursan el cuarto grado en la escuela primaria Belisario Domínguez.
“Ellos son mi vida, disfrutamos los tres estar juntos, de ser posible salgo lo menos para no descuidarlos”, manifestó Gaudencio, que pasa la mayor parte del día en el hospital al pendiente, por lo que su pequeño pudiera necesitar