“Minúsculos” (“Minuscule Le Vallée des Fourmis Perdues”) narra las aventuras de una joven catarina perdida, que a través de la amistad inicia una búsqueda del valor y la confianza en sí misma. Se trata de una historia épica entre hormigas que luchan por cubos de azúcar después de que toman como botín los restos de un picnic, sin saber que es el principio de un enfrentamiento con otro grupo de su especie.
Escrita y dirigida por Hélène Giraud y Thomas Szabo es un filme producido por Francia y Bélgica, caracterizado por tener un lenguaje visual muy fino y depurado. No es una cinta más de bichos, es la mejor película sobre estos personajes hasta ahora realizada desde el punto de vista cinematográfico. Por encima de títulos como “Bichos: Una Aventura en Miniatura” (“A Bug’s Life”) u “Hormiguitas” (Antz”).
¿Por qué? El primer reto que se plantea la cinta es contar una historia compleja, emotiva y de aventuras, sin usar palabras. El reto es plenamente superado, ya que a pesar de usar una narrativa poco convencional en el mundo de las películas infantiles, la historia es completamente legible y emocionante.
La ausencia de palabras, no sólo potencia la experiencia visual del filme, sino que a su vez, repercute en el extraordinario y humorístico diseño sonoro, lleno de contrapuntos y metáforas. Por ejemplo: el tráfico de los insectos suena como el tráfico de autos en una ciudad concurrida. Por otro lado, la musicalización a cargo de Hervé Lavandier, es expresiva y lleva de la mano al espectador a través de las emociones de la historia.
Algo más que sobresale de esta sencilla pieza de arte, es el noble uso del 3D, y la mezcla de animación con paisajes bucólicos reales de los Alpes Occidentales, lo que desarrolla una plasticidad bastante original en la imagen.
Como precedente del filme existe una serie de cortometrajes para televisión de 78 episodios lanzados en Francia en octubre de 2006. Su éxito hizo posible la realización de esta producción que ahora recorre más de 40 países y cuya barrera de idioma es prácticamente nula, lo que recalca la universalidad del séptimo arte.
Es extraordinario que una película para niños, apueste no sólo al contenido educativo y al sentido humor de la historia, sino también a ofrecer una verdadera propuesta de narrativa cinematográfica, partiendo de la idea de: los niños son inteligentes y merecen buen cine.
“Minúsculos” se estrena el 31 de julio en cines mexicanos.
FUENTE: EN LA BUTACA