La vivienda abandonada adquirida con un crédito del Infonavit se ha convertido en un dolor de cabeza para la institución; al cierre de 2013 el instituto registró en México un total de 119 mil 960 casas vacías, de las cuales, 13 mil 650 han sido vandalizadas.
Entre 2012 y 2013, el Infonavit trató de vender 39 mil unidades, pero sólo logró colocar 7 mil 250 casas, es decir, menos del 20 por ciento, reveló Jesús Gómez, subdirector general de Administración de Cartera del Infonavit.
Además de estar lejos y carecer de servicios, estas viviendas están inmersas en procesos jurídicos, han sido vandalizadas y son sujetas de invasiones por el crimen organizado, información de la que carecía el Infonavit y lo que ha dificultado volver a colocarlas en el mercado.
Las unidades abandonadas no se venden porque están en ciudades donde sólo hay vivienda, carecen de servicios básicos, educación salud, abastecimiento y empleo, consideró Alfonso Iracheta, coordinador del Programa de Estudios Urbanos del Colegio Mexiquense.
Antonio González, presidente de la Comisión de Vivienda de Coparmex del Valle de México, aseveró que de las 20 mil viviendas que el Infonavit tenía registradas en su poder y que aparentemente estaban “limpias”, descubrieron que el 70 por ciento fueron invadidas o enfrentan algún problema legal.
En el Estado de México hay un alto índice de vivienda deshabitada, particularmente en Huehuetoca en los desarrollos Santa Teresa y la Guadalupana, así como en Urbi Villas; además de Paseos de San Juan, Arboladas Los Sauces, La Trinidad y La Esmeralda en Zumpango; y en el desarrollo Campo Uno, en Cuautitlán.
González destacó que se ha detectado la presencia de grupos organizados, los cuales se han adueñado de casas abandonadasen el Estado de México, como Huehuetoca, para rentarlas en 400 o 500 pesos al mes a inmigrantes centroamericanos.
Comprar estas viviendas para revenderlas no resulta buen negocio, pues el programa señala que a una vivienda valuada en 200 mil pesos se le tienen que invertir cerca de 20 mil pesos en pintar, impermeabilizar, poner ventanas, puertas y chapas. Pero el costo se eleva a entre 50 mil y 60 mil pesos por el grado de deterioro que reportan, ya que muchas de ellas carecen de puertas, ventanas y tuberías de cobre, porque fueron robadas.
Alejandro Murat, director general del Infonavit, reconoció que el organismo no tiene datos claros de las condiciones de las viviendas abandonadas.
“Este programa ha sido útil para tener una mejor segmentación para ver qué vivienda está invadida, cuál enfrenta un problema estructural y qué vivienda está en lugares remotos”, comentó el funcionario.
El programa se recalibrará para generar trajes a la medida para los propios desarrolladores, estados y municipios, y lograr así volver a colocar esta vivienda en el mercado, adelantó.