En el municipio de Zumpango, en el Estado de México, existe un fraccionamiento que luce como pueblo fantasma.
El desarrollo habitacional contempló la construcción de 3 mil 300 viviendas, pero de ellas sólo 700 se encuentran habitadas.
Los compradores de dichas casas se sienten defraudados. La constructora HOMEX se olvidó de dotar de servicios a las viviendas y el fraccionamiento San Fe carece de drenaje. Todas las aguas negras son depositadas en una fosa que se encuentra a unos metros de las casas; no hay transporte público eficiente para llegar o salir de este lugar y el que existe cobra 25 pesos por viaje, por lo que una persona que gana apenas el salario mínimo no tendría forma de pagarlo.
La empresa constructora, al parecer, sólo se preocupó por vender y dejó a su suerte a miles de familias.
El fraccionamiento Santa Fe tampoco cuenta con energía eléctrica para que el con el cuenta pueda funcionar debido a un adeudo de la constructora con CFE.
Una de las cuestiones más graves es que los afectados no tiene derecho al respaldo de las autoridades del municipio de Zumpango, ya que el fraccionamiento no está municipalizado, es decir, no ha sido entregado para su administración.
Pablo Rodríguez, director de Gobernación de Zumpango, refiere que la resolución de los problemas del fraccionamiento es “compromiso y la obligación” de la constructora.
La falta de servicios en públicos en este desarrollo ha orillado a cientos de habitantes a abandonar sus viviendas.
Jesús Moreno, líder vecinal del fraccionamiento, declara a Proyecto40 que “los recuperadores del Infonavit” recorren casa por casa, ya que tienen un cartera vencida.
Uno de los habitantes del fraccionamiento Santa Fe, refiere que compraron ahí su casa “con HOMEX a ojos cerrados, porque nos vendieron sin darnos una muestra de la casa”.
Las casas que están abandonadas han sido saqueadas, ya no tiene fregadero ni tarjas, están rotas las puertas, ya no hay lavabo ni retrete y se han llevado hasta las ventanas. La zona se ha vuelto insegura y los pocos habitantes que aún quedan en esta zona habitacional están a merced de la delincuencia, desprotegidos por las autoridades y víctimas de inmobiliarias a las que no les importó dejarlos en el abandono.
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Fuente: Proyecto40
