Cuando un hombre se casaba su padre le solía decir: ¿Quieres saber cómo será tu novia en la vejez? ¡Observa a tu suegra! Pues una vez más la ciencia corrobora los dichos populares. Sí, la forma como envejecemos está determinado por el ADN de la madre, pero no solo aplica a las mujeres, sino a todos.
Vejez heredada
Este hallazgo fue realizado por investigadores del Instituto Max Planck de Colonia (en Alemania), quienes revelaron que la forma en la que envejecemos está condicionada por el ADN heredado de nuestra madre y no por nuestros hábitos o modo de vida.
Para llegar a esta conclusión los científicos experimentaron durante cinco años con ratones portadores de disfunciones heredadas y disfunciones adquiridas durante su vida, así como con ratones sanos. Los resultados muestran que los ratones con disfunciones mitocondriales heredadas presentaban más signos de envejecimiento y menor fertilidad.
Es decir, las alteraciones en el ADN materno, por pequeñas que sean, condicionan el desarrollo de patologías durante la vejez. Además de este descubrimiento también se encontró que la combinación de las disfunciones heredadas y las no heredadas puede provocar malformaciones en el cerebro.
Todo se debe a las mitocondrias
El ADN mitocondrial es responsable de la transmisión de enfermedades genéticas incurables que afectan a órganos y tejidos esenciales como el cerebro, corazón, páncreas o riñones. Se hereda siempre por vía materna debido a que la supervivencia de las mitocondrias de los espermatozoides es poco común durante la fecundación.
Con estas conclusiones los especialistas esperan se desarrollen fármacos que reduzcan la toxicidad mitocondrial. Sin embargo, recalcan que la predisposición genética no excluye la necesidad de llevar una vida saludable que mitigue los efectos del envejecimiento celular.
Si tienes antecedentes genéticos negativos, no te tires al piso y mejor, toma medidas precautorias.
¿Qué opinas? ¿Has notado esto en tu familia?